
La inflación sigue siendo la principal variable para quienes están involucrados en el mercado inmobiliario, más allá de la salida del cepo. Con la suba de la inflación registrada en marzo (3,7%) y la posibilidad de un aumento en los precios tras el cambio de régimen monetario (aunque se espera una estabilización posterior).
Esto impactará en los alquileres ajustados por IPC, que verán un incremento en su valor.
Por otro lado, los alquileres que se ajustan por el Índice de Contrato de Locación (ICL) también sentirán el efecto. Es relevante recordar que el ICL se calcula tomando en cuenta tanto el IPC como la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), lo que generará un aumento en este índice y, en consecuencia, en el valor de los alquileres.
Si el contrato fue firmado bajo la ley sancionada en julio de 2020, el ajuste se realiza de manera anual según el Índice para Contratos de Locación (ICL) publicado por el Banco Central.
Los contratos de alquiler con actualización anual según el ICL mantienen su esquema de ajuste hasta su vencimiento, incluso tras la derogación de la ley de alquileres en diciembre de 2023. En abril, estos alquileres aumentaron un 116,85% en comparación con el año anterior, debido a un incremento del índice, que pasó del 10,8% al 23,42%.
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