Autoridades de la Provincia de Buenos Aires descubrieron un túnel de 220 metros de largo y 3,6 de profundidad que iba desde un viejo taller de chapa y pintura hasta un Banco Macro en San Isidro con el objetivo de realizar un robo de dinero.
El túnel fue descubierto el martes por un repartidor de delivery que se encontraba en la sucursal en Chacabuco 444 y escuchó ruidos debajo de su auto. Ahí encontró una varilla metálica que sobresalía de la calle adoquinada y llamó a la policía. El comisario Alejandro Sánchez realiza una inspección del sistema de alarmas y revisa al interior de la sucursal, aunque no ve nada extraño.
Tras la intervención de la UFI Central San Isidro, Aysa y seguridad del Banco Macro realizan una perforación de 3,5 metros y notan ahí un orificio con luz que daba a un túnel.
El túnel atravesaba la arteria de Chacabuco hacia el Banco Macro, tenía una gran cantidad de tierra acumulada en el interior y maquinarias para extracción de tierra.
El túnel estaba a 150 metros de la entidad bancaria y era un trabajo de entre 6 y 9 meses.
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