
Hamás exhibió esta mañana en Khan Yunis, al sur de Gaza, los ataúdes de la madre de 35 años y sus hijos de 5 y 2 junto a los restos de Oded Lifshitz, que tenía 83 años cuando fue secuestrado.
Lo hicieron en un escenario con una pancarta con la foto de los fallecidos junto a una imagen que representaba al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, como un vampiro, y a una leyenda que lo acusaba de «criminal de guerra» y lo responsabilizaba por la muerte de los rehenes. Los cuerpos fueron entregados a la Cruz Roja, que a su vez los entregó al ejército israelí.
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