
Los datos surgen del informe “Cargos y suplencias docentes en el nivel primario”, del Observatorio Argentinos por la Educación y el Banco Mundial.
El documento toma como base el cuestionario complementario de las pruebas Aprender 2023 y el Relevamiento Anual educativo 2023. A partir de allí, se describe la proporción de maestros primarios según sus cargos (titulares, interinos o suplentes) para luego analizar la cantidad de suplencias por sector de gestión, rango etario y cuartil de nivel socioeconómico de los estudiantes.
A nivel país, el 28% de los docentes de 6° grado son suplentes. Las cifras más altas están en La Rioja (60%) y Entre Ríos (50%), mientras que las más bajas se encuentran en Jujuy (15%), San Luis (16%) y Salta (16%). En el caso de la provincia de Buenos Aires, las suplencias alcanzan el 25%.
La evidencia reseñada en el informe señala que tener docentes suplentes por períodos prolongados puede impactar de manera negativa en el aprendizaje, sobre todo cuando implica una interrupción de la continuidad pedagógica. Los maestros suplentes, se advierte, suelen no estar familiarizados con los estudiantes, lo que hace difícil la instrucción adaptativa. Además, las suplencias pueden crear disrupciones en la continuidad del aprendizaje y requerir más días de repaso para que los docentes entiendan las trayectorias de aprendizaje de los alumnos, se familiaricen con los estudiantes y con las políticas de la escuela. Esto puede conducir a un entorno de aprendizaje caótico, lo que dificulta aún más el aprendizaje
A mayor edad, menos suplencias. Los datos muestran también que la cantidad de docentes suplentes es mayor entre los jóvenes y que, a mayor edad, ese porcentaje disminuye.
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