
El gobierno de Javier Milei hizo hincapié desde su llegada en la necesidad de premiar a los adultos mayores que aportaron debidamente al sistema previsional, diferenciándolos de aquellos que ingresaron mediante algún tipo de moratoria, que no necesariamente era de aportes totales.
De los 9 millones de jubilados y pensionados que hay actualmente en la Argentina, unos 3 millones son adultos mayores con aportes, que se jubilaron sin moratoria.
En ese sentido, el titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), Mariano de los Heros señaló hace unos días que existe «una deuda pendiente» con los jubilados que aportaron al sistema y que merecen un «reconocimiento» a ese esfuerzo, en declaraciones radiales.
Según trascendidos mediáticos, el Gobierno buscaba darle a los jubilados aportantes un «cupón PBI que vaya haciéndolos participar del crecimiento de la economía» y será un ingreso complementario al haber.
De ser así, el financiamiento estará ligado al crecimiento económico y a la capacidad fiscal del Estado, lo que implica que el monto dependerá de la evolución del PBI, los salarios promedio y la recaudación tributaria.
Sería una suerte de bono para aquellos que aportaron al sistema de seguridad social. Esta medida, alcanzaría a los 3 millones de adultos mayores con aportes al sistema, que se jubilaron sin moratoria y serían los que estarían recibiendo el beneficio.
Además, el Gobierno evalúa aumentar la edad jubilatoria de las mujeres de 60 a 65 años, igualándola con la de los hombres. También se considera una extensión gradual para ambos sexos, aunque sin llegar a los 70 años.
Las reformas se encuentran aún en etapa de diseño y se espera que se presente al Congreso en la segunda mitad de 2025, dependiendo del clima político y económico del país.
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